Extraños planetas

(Tomado de http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/12sep_weirdplanets/)

14 de septiembre de 2012: Noticia de último momento: La galaxia Vía Láctea se ha tornado algo más extraña.

En el año 2011, los astrónomos se sorprendieron cuando la nave espacial Kepler, de la NASA, descubrió un planeta que orbitaba un sistema de dos estrellas. Dicho mundo, descubrieron los investigadores, tendría puestas de Sol y amaneceres dobles, igual que el planeta de ficción llamado Tatooine, en la película «La Guerra de las Galaxias» (Star Wars, en idioma inglés). Pero este planeta era real.

Ahora, Kepler ha descubierto un sistema de planetas completo que orbita una estrella doble.

 

Un nuevo video de ScienceCast lleva a los espectadores en un viaje a través del sistema Kepler-47.

 

El sistema estelar, conocido como Kepler-47, se encuentra ubicado a 4.900 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne (Cygnus). Dos estrellas se orbitan mutuamente en el centro del sistema: una tiene un tamaño similar al del Sol, pero posee un brillo de apenas el 84 por ciento del brillo del mismo. La segunda estrella es más pequeña, tiene solamente un tercio del tamaño del Sol y posee un brillo de apenas el 1 por ciento del brillo del mismo. Kepler descubrió dos planetas que orbitan este par desparejo.

«La presencia de un sistema planetario completamente desarrollado que orbita a Kepler-47 es un descubrimiento sorprendente», dice Greg Laughlin, quien es profesor de Astrofísica y Ciencia Planetaria, en la Universidad de California, en Santa Cruz. «Esto va a cambiar la manera en que pensamos respecto de la formación de los planetas».

El planeta interior, Kepler-47b, se desplaza en círculos muy cerca del par de estrellas, y completa cada órbita en menos de 50 días. Los astrónomos consideran que se trata de un mundo abrasador, donde la destrucción del metano en su atmósfera super caliente podría llevar a una espesa neblina global. Kepler-47b tiene aproximadamente tres veces el tamaño de la Tierra.

El planeta exterior, Kepler-47c, completa una órbita cada 303 días. Esto lo coloca en la zona habitable del sistema, una banda de órbitas que son «absolutamente adecuadas» para que exista agua líquida sobre la superficie de un planeta. Pero, ¿este planeta tiene una superficie? Posiblemente no. Los astrónomos creen que es un gigante gaseoso apenas algo más grande que Neptuno.

El descubrimiento de planetas que orbitan dos estrellas significa que los sistemas planetarios son incluso más extraños y abundantes que lo que se pensaba antes.

Este diagrama compara nuestro sistema solar con Kepler-47, un sistema con dos estrellas que contiene dos planetas; uno de ellos orbita la denominada «zona habitable». Crédito: NASA/JPL-Caltech/T. Pyle.

«Muchas estrellas son parte de sistemas con múltiples estrellas, donde dos o más estrellas se orbitan mutuamente. La pregunta siempre ha sido: ¿tienen planetas y sistemas planetarios?», dice William Borucki, quien es el investigador principal de la misión Kepler, en el Centro de Investigaciones Ames (Ames Research Center, en idioma inglés), de la NASA. «Este descubrimiento de Kepler demuestra que sí los tienen».

Nuestro propio Sol es una estrella sola, aislada, con un campo gravitacional relativamente simple, que rige los movimientos de los planetas que lo orbitan.

Pero, tal como destaca Borucki, no todas las estrellas son solas. Los astrónomos estiman que más de la mitad de las estrellas en la galaxia tienen compañeras. Hay sistemas de estrellas dobles, triples e incluso cuádruples. Los planetas en sistemas como ese tendrían que navegar por un complejo campo gravitacional, arrastrados en múltiples direcciones por múltiples estrellas. De hecho, durante muchos años, los astrónomos dudaron de que los planetas pudieran incluso forman un ambiente.

Kepler-47 elimina esas dudas y presenta un acertijo: «Es muy difícil que estos planetas se formen utilizando el paradigma que se acepta en la actualidad», afirma Laughlin. «Creo que quienes lo proponen, y me incluyo, volverán al pizarrón para intentar mejorar lo que se sabe de cómo los planetas están ensamblados en los polvorientos discos gaseosos que rodean a muchas estrellas jóvenes».

La nave espacial Kepler se encuentra en una misión destinada a hallar planetas similares a la Tierra que podrían albergar vida. Borucki dice: «En nuestra búsqueda de mundos habitables, acabamos de encontrar más oportunidades para que exista vida».